"Imagination is the one weapon in the war against reality."

Jules De Gaultier



sábado, 26 de mayo de 2007

Mirada Siniestra en el Círculo de Lectura Letras de Fuego

El Sábado 26 de Mayo me invitaron a participar en el Círculo de Lectura que el grupo Letras de Fuego dirige en la librería Exedra Books. Habían escogido Mirada Siniestra como la novela del mes, y compartimos una tarde muy amena, intercambiando comentarios bajo la estupenda dirección del escritor panameño Eduardo Lince.

A los interesados, este grupo se reúne el último Sábado de cada mes. La próxima reunión es el 23 de Junio, y estarán discutiendo la nueva novela No Hay Trato de Rose Marie Tapia.

viernes, 25 de mayo de 2007

De La Pila de Libros ...

Por supuesto que no podía completar mi fugaz exploración del género del espionaje sin pasar por la obra de Ian Fleming y, gracias a la reciente producción cinematográfica se me facilitó comprar una copia de su primera novela de 1953, Casino Royale.
Para mí el primer actor que asocio con James Bond es Pierce Brosnan. No por una comparación de talentos sino simplemente porque era Bond cuando yo estaba en la escuela. Así que cuando Daniel Craig fue anunciado como el nuevo 007, me pareció la antítesis del personaje.
No obstante la película me sorprendió positivamente, y ahora que he leído la obra le tengo más aprecio aún, pues comprendo que el James Bond que conocí en el cine ya se había convertido en una parodia del personaje que Ian Fleming originalmente concibió. Todos los clichés que actualmente asociamos con este espía se han derivado de elementos válidos en la novela original, desde las mujeres, los casinos recurrentes, los autos fantásticos hasta el perenne vodka martini, que a través de los años fueron descuidadamente apiñados en una ecuación hollywoodense.

En Casino Royale, James Bond es un soldado, un consumado profesional que se enfrenta en sus páginas a su prueba de fuego. La película de Martin Campbell es asombrosamente fiel a la trama literaria, exceptuando algunas pocas actualizaciones al Siglo XXI y unas cuantas escenas añadidas para cumplir con el tiempo reglamentario de un largometraje.

Pero, al igual que en la mayoría de los casos, el libro es superior.

El Candidato Indiscreto: Episodio XIV

Regreso a Baker Street Security antes que Samuel. Eso no me molesta, porque tengo en qué entretenerme. Me encierro en mi despacho y me dedico a escuchar las grabaciones que hasta ahora he obtenido con el micrófono que planté en el teléfono de Virgilio. No hay nada de mayor interés, y es de esperarse. Alguien metido en negocios como los suyos sabe cuidarse de lo que dice vía telefónica. El siguiente paso será intervenirle el celular. La cosa se pone tan aburrida que casi me quedo dormida, pero cerca del final reacciono ante una llamada nada menos y nada más que de Lucero Coronado. Se hablan en un tono amistoso, y aparentemente se mueven en el mismo círculo social, porque hablan tanto de una fiesta en la que estuvieron como de otra que habrá el próximo fin de semana. Pero al fin y al cabo ésta es una llamada de negocios: Aparentemente Virgilio es el proveedor de Lucero. Y me pregunto con quién él adquirirá el cristal…

“¡Bingo!” Murmuro al repetir la conversación. Virgilio está en el vértice de todo este lío. Las strippers trabajan para él, las fiestas privadas son en su local, y es él quien alimenta la drogadicción de Lucero. Tiene acceso a todo. ¿Y qué mejor forma de lucrar de circunstancias tan ventajosas? Por supuesto, está la pregunta del millón de dólares: ¿Para qué exigió el retiro de Oliver de la contienda política en su primera nota? Podría ser un favor a Lucero. O podría estar haciendo outsourcing de sus servicios a otro político como, digamos, Mario Echevers. Al parecer se acerca la hora de confrontar a Virgilio, pero tristemente sólo tengo evidencia circunstancial.

“Sabrina, puedes ir preparando la factura;” anuncia Samuel al entrar a mi oficina cargando una caja de cartón que coloca sobre mi escritorio. “¡Tenemos a la chantajista!” ¿La chantajista? ¿En femenino? “Tomamos las huellas digitales de todos los vasos y botellas que trajiste del día en que te fuiste a beber con las bailarinas,” explica. Creo que está un poco celoso de mi experiencia de esa noche. “Y una de ellas coincide con las huellas en las fotos que llegaron al partido.” Dentro de la cajeta, cada vaso, copa o botella está dentro de una bolsa plástica transparente etiquetada con el nombre de su usuaria. Introduce la mano en la caja y extrae una bolsa con un vaso plástico rotulada CARIDAD. “Ésta es la ganadora.” Lo que me temía. “¿Qué sucede?” Samuel frunce el ceño. “No luces muy contenta.” Le lanzo mi teoría sobre Virgilio. “Hmm,” Samuel la considera por un instante. “Tiene cierta lógica. Pero aquí tenemos algo concreto, Sabrina. Y las coincidencias a veces ocurren.”

“Quizás, pero las coincidencias no pagan mis cuentas;” replico. “A lo mejor estoy totalmente equivocada pero, ¿y si no? ¿De qué nos serviría atrapar a la autora material si el cerebro detrás del chantaje continúa impune?”

“Caridad podría escapársenos mientras tanto,” advierte Samuel. “Y quedaríamos en cero.” Lo sé. Además, estas mujeres se visten en ficción. No puedo dejar que cualquier simpatía por la historia de Caridad influya en mi decisión.

“Sólo necesito una oportunidad,” admito, y le explico a Samuel lo que tramo. Él accede a que triplique mi oferta a mi contacto dentro de DHL y, efectivamente, una hora después éste me entrega la guía del courier en el cual fue entregado al partido el CD con las fotos bochornosas de Lucero.

De ahí voy directo a la oficina de un perito caligráfico que ocasionalmente le hace trabajos a nuestra agencia y le entrego la guía para su análisis. No tenemos una fuente con la cual compararla, pero eso no es lo que necesito ahora mismo.

Lo primero que hago al recibir los resultados es llamar a Samuel. “Tal como sospechaba,” le informo; “hay un noventa y un por ciento de probabilidades de que la caligrafía con la cual llenaron la guía corresponda a un hombre.” Le dicto el nombre que firmó, aunque estoy segura de que resultará ser falso. “Ahora sólo necesitamos una muestra de la letra de Virgilio.”

Espero que lograrlo sea tan fácil como suena.
CONTINUARÁ...
EPISODIOS ANTERIORES

Mirada Siniestra ... ¡¿Cierra los Ojos?!

Han pasado años, pero aún recuerdo como ayer el primer ejemplar de Mirada Siniestra que sostuve en mis manos. También recuerdo como si hubiera ocurrido esta mañana cuando rubriqué mi primer contrato con Editora Géminis y me pregunté, "¿Cómo voy a vender tantos libros?"

Sé ahora que de igual forma recordaré el pasado Domingo cuando el Señor Raúl Esquivel anunció: "¡Se acabó Mirada Siniestra!" No se refería a los ejemplares que habíamos llevado para venta en la IV Feria del Libro; hablaba con orgullo de la primera edición de la novela, de la cual ya no queda inventario.


Si todavía no tienes tu Mirada Siniestra puede que la encuentres si te apresuras y la buscas, pues todavía hay algunos ejemplares distribuidos en las librerías locales. Pero oficialmente ya la primera edición de Mirada Siniestra está agotada.


Los libros se vendieron más rápido de lo pronosticado el sábado, y el domingo creímos que nos daríamos abasto pero al mediodía la demanda nos obligó a buscar todo lo que quedaba en bodega y ... alrededor de las 5:12 p.m del 20 de Mayo de 2007 se vendió el último ejemplar de Mirada Siniestra a la entusiasta lectora Dayra que nos acompaña en esta foto.


Gracias a Raúl y Vielsa Esquivel por creer en una alocada novela que no se había ganado el derecho de triunfar. Gracias al Profesor Ricardo Ríos quien no sólo invirtió su fe en convertirme en el escritor que soy hoy, sino que cada día me inspira a mí y a todo el que lo conoce a dar el 200 % de sus esfuerzos en alcanzar su potencial.


Pero, sobre todo, gracias a USTEDES, mis lectores, por su respaldo. Cuando pienso en que miles de ejemplares de Mirada Siniestra se han vendido me suena increíble, pero son sus palabras de aliento las cuales han motivado todas las deliciosas trasnochadas frente al teclado. Quienes nunca me ven en MSN Messenger cuenten con que se debe a que estoy concentrado en el procesador de palabras, y quienes sí me encuentran, gracias por tomarse el tiempo de darme su opinión sobre mi trabajo.


Y es precisamente a ustedes, mis lectores, a quienes ahora hago con conocimiento de causa la siguiente promesa: Lo mejor está por venir.

La Niebla en Extramuros

El viernes 25 de Mayo tuve la grata oportunidad de compartir la tarde con los ávidos lectores del círculo Extramuros, quienes no sólo escogieron La Niebla como su novela del mes sino que gentilmente me invitaron a participar en su reunión.

Dirigido por el escritor Juan Antonio Gómez, este grupo realiza una labor de análisis literario digna de admiración y, como lo hice durante la reunión, los aliento nuevamente a publicarla en algún foro público con el cual tengan mayor difusión.

Gracias por tomarse el tiempo de elaborar sus minuciosos trabajos sobre La Niebla, por sus palabras positivas pero, sobre todo, por cada una de las críticas constructivas que recibí. Pueden confiar en que cada una de sus observaciones será considerada detenidamente.

martes, 22 de mayo de 2007

Crónica de la Feria

La IV Feria Internacional del Libro ha concluido. Y luego de más de cinco días intensos queda claro que en el prolífico panorama local de las letras hay pocas experiencias tan satisfactorias como ésta.

Como lector, estar en la Feria del Libro es el equivalente a un ludópata que entra a un casino con crédito ilimitado. No hubo día que no saliera con una bolsa de libros. Mis lecturas para lo que queda del 2007 están definidas.




Como escritor, cualquier oportunidad de interactuar con los lectores es valiosísima. Ésta fue mi tercera feria, y de particular interés es reencontrarme con personas que conocí en ferias anteriores. Aprovecho para extender disculpas a quienes no reconocí a primera vista y a la vez agradecimiento infinito por su continuo apoyo a mis novelas. No pido disculpas por no haberles tenido algo nuevo este año pues sé lo que está en "post-producción" y les garantizo que valdrá la pena la espera.

También me valgo de este foro público para manifestar mi afecto a la Familia Esquivel, y en especial a Don Raúl Esquivel--mi editor--quienes van mucho más allá del rol de unos socios de negocios y me hacen sentir auténtica parte del equipo de Editora Géminis. En estas ferias nunca estoy solo vendiendo mis libros; su genuina fe en mi narrativa me alimenta, y a ellos también les prometo que lo mejor está por venir.

Y hablando de Géminis, no puedo proseguir sin antes aplaudir a Eli Comrie, quien no sólo se toma el trabajo de analizar cada una de mis obras antes de diseñarles la portada, sino que es una vendedora espectacular. Promotora nata a todas luces, no podría pedir un respaldo mejor. No es lo mismo que el autor se acerque a hablarte positivamente del libro; Eli lo hace como una lectora convencida y cada venta de mis obras ahí se la debo a ella.
Pero yo no era el único autor de Editora Géminis. El gurú de las letras, el Profesor Ricardo Ríos también tenía una novedad para la feria. En homenaje al país invitado--España--inauguró la feria con una edición de lujo de El Poema del Mío Cid: La Épica del Honor. ¿Por Qué y Cómo Leerlo? Literatura como la mía y la de mis contemporáneos siempre se deriva de los clásicos, y ésta es una herramienta imprescindible para profesores escolares y universitarios, en conjunto con La Magia del Quijote, trabajo en equipo que desarrolló con la Profesora Isolda De León, bajo el auspicio de Editora Géminis.

Gracias a los autores nacionales e internacionales que participaron, a los promotores de las letras por su entusiasmo, a los organizadores de las diferentes jornadas educativas que se desarrollaron diariamente, a las editoriales que respaldan el evento.


Y gracias a todos aquellos que participaron de actividades fabulosas, a las cuales no pude asistir simplemente por encontrarme ocupado con la rica tarea de relacionarme con lectores maravillosos.

El brindis de celebración que se aprecia en esta fotografía no sólo lo comparto con mis hermanos de Editora Géminis, sino con cada uno de los aficionados a las letras que hacen de este oficio el más satisfactorio sobre la faz de La Tierra. Ustedes comprueban que en Panamá hay lectores de calibre, y esta entrada a mi blog es un homenaje a cada uno de ustedes.

Gracias por hacer de estas ferias un evento internacional digno de admiración desde todas las latitudes.

lunes, 14 de mayo de 2007

De La Pila de Libros ...

Sí, ya sé que escribió El De-Sastre de Panamá. Y ese ha sido motivo suficiente para mantenerme al margen de sus obras. Pero en su defensa sólo he visto la película, y luego de familiarizarme con su prosa finamente irónica—al estilo tradicional británico—me resulta fácil admitir la posibilidad de una mala traducción de parte de Hollywood.

En todo caso, no podía realizar mi exploración del género del espionaje sin pasar por las páginas del ex-espía John Le Carré, y lo hice con su obra Absolute Friends, la cual plenamente recomiendo. Y no lo hago sólo por su astuto contraste de La Guerra Fría versus La Guerra Contra El Terror, ni por su representación realista del oficio del agente doble, sino por la caracterización de sus dos protagonistas—Mundy y Sasha—pues nada más el melancólico drama de su improbable pero inquebrantable amistad hace que la novela valga la pena.

Ahora creo que uno de estos días tendré que conocer a George Smiley…

El Candidato Indiscreto: Episodio XIII

Lucero Coronado es la única hija del candidato presidencial Oliver Coronado. Su madre falleció cuando era joven, y su padre había sido absorbido por la política desde antes. Por eso aprendió a ser independiente a temprana edad, y lo ha llevado al extremo. Cuando hice la cita para visitarla a su apartamento, esperaba toparme con una rebelde. Pero Lucero ha excedido mis expectativas. Mientras revisa en su computadora las fotos que le he llevado en CD, y que su padre ya le ha mostrado durante la última discusión que tuvieron, se muestra soberbiamente indiferente.

“Sí, esa soy yo;” admite fríamente al verse en la pantalla, aspirando cocaína. “¿Y qué? Soy una adulta. Puedo hacer lo que me dé la gana. Si me meto en problemas, es asunto mío. Además,” añade con una sonrisa caprichosa; “no me meteré en problemas, precisamente porque soy la hija de Oliver Coronado.”

No sólo no le importa el daño que le está haciendo a su organismo, sino que la trae sin cuidado cómo sus actividades nocturnas pueden perjudicar la carrera de su padre. Es más, veo en ella a una chica resentida por la falta de atención que ha recibido, y sospecho que le alegra castigar a su progenitor de esta manera.

“¿Tiene idea de quién pudo haber tomado esas fotografías?” Inquiero, fingiendo que tomo apuntes en una libreta, aunque en realidad me estoy fijando en la cámara digital que descansa junto a la PC.

Lucero menea la cabeza. “Como podrás imaginarte, mi mente estaba ocupada en otras cosas en ese momento;” responde. Su celular nos interrumpe, y su rostro se ilumina al reconocer el número. “Permiso,” me dice al irse a atender la llamada fuera del alcance de mi oído. Inmaterial, tengo otros intereses. Abro la cámara digital, y descubro que el memory stick brilla por su ausencia. Lo cual no significa nada, pero me gano la vida siendo maliciosa. ¿Qué tan lejos iría una hija desatendida para ganar la atención de su padre? ¿Sabotearle sus ambiciones políticas no estará dentro de las posibilidades? Abro su impresora Cannon, tomo la cabeza y la guardo en mi cartera.

Mientras espero a que Lucero termine con su llamada, me distraigo asomada por la ventana de su apartamento. Más oportuna no pude haber sido: Un minúsculo escalofrío me estremece al ver pasar lentamente al Renault verde de la otra noche. Definitivamente alguien me está siguiendo. Voy a tener que hacer algo al respecto pronto. Si el extorsionador ya sabe que estoy tras su pista, se esmerará por borrar cualquier rastro que haya dejado. Aunque quizás sea positivo: A lo mejor lo motive a desistir de su plan.

“¿Sabrina?” Lucero regresa, tan despreocupada como antes. “En verdad no hay más nada que pueda hacer para ayudarte, y tengo que salir así que—”

“No hay problema,” le aseguro. “Si se acuerda de algo útil, me puede llamar a cualquier hora.” Le entrego una de mis tarjetas de presentación. Sospecho que acabara en el basurero dos segundos después de que yo salga del apartamento.

Mi siguiente parada es en la imprenta de Ismael. En el camino llamo a mi contacto en DHL, pero aún no tiene nada para mí, y se queja de mi impaciencia. Ismael me recibe con su cordialidad habitual, y rápidamente se desocupa para practicar las pruebas con las dos cabezas de impresora que le entrego. Mientras analiza los resultados, repaso las opciones de quién me puede estar siguiendo. No es sencillo. Puede que ni siquiera sea alguien relacionado con este caso en particular.

“Malas noticias,” anuncia Ismael. “Ninguna de estas cabezas tiene el defecto en el magenta que te expliqué. Con ellas no se imprimieron tus fotos.” Debí haberlo supuesto. Mi trabajo nunca es tan fácil. Y, de todas formas, eso no necesariamente descarta a Virgilio o a Lucero como sospechosos.

Mi celular suena, e identifico el número de la agencia. “Sabrina, debemos reunirnos lo antes posible;” me dice Samuel, mi jefe. “Acabo de identificar las huellas digitales del primer grupo de fotos.”

CONTINUARÁ...

EPISODIOS ANTERIORES
Episodio I: http://rfjplanet.blogspot.com/2006/10/el-candidato-indiscreto-episodio-i.html
Episodio II: http://rfjplanet.blogspot.com/2006/10/el-candidato-indiscreto-episodio-ii.html
Episodio III: http://rfjplanet.blogspot.com/2006/11/el-candidato-indiscreto-episodio-iii.html
Episodio IV: http://rfjplanet.blogspot.com/2006/12/el-candidato-indiscreto-episodio-iv.html
Episodio V: http://rfjplanet.blogspot.com/2007/01/el-candidato-indiscreto-episodio-v.html
Episodio VI: http://rfjplanet.blogspot.com/2007/01/el-candidato-indiscreto-episodio-vi.html
Episodio VII: http://rfjplanet.blogspot.com/2007/01/el-candidato-indiscreto-episodio-vii.html
Episodio VIII: http://rfjplanet.blogspot.com/2007/02/el-candidato-indiscreto-episodio-viii.html
Episodio IX: http://rfjplanet.blogspot.com/2007/03/el-candidato-indiscreto-episodio-ix.html
Episodio X: http://rfjplanet.blogspot.com/2007/04/el-candidato-indiscreto-episodio-x.html
Episodio XI: http://rfjplanet.blogspot.com/2007/04/el-candidato-indiscreto-episodio-xi.html
Episodio XII: http://rfjplanet.blogspot.com/2007/05/el-candidato-indiscreto-episodio-xii.html

domingo, 13 de mayo de 2007

4ª Feria Internacional del Libro de Panamá

Me imagino que ya todos tienen en sus bolsillos el pasaporte respectivo para asistir a la Feria del Libro la próxima semana. No olviden pasar a visitarme en el stand de Editora Géminis, en donde pueden adquirir mis dos obras a precio especial y llevárselas dedicadas de una vez. Buen deal, ¿no? Quedan pocos ejemplares de Mirada Siniestra, así que ésta puede ser tu última oportunidad de adquirir la novela que transformó las letras panameñas.

Aquí les dejo un enlace a la página Tragaluz, que ha publicado un genial cronograma de las actividades de toda la semana: http://www.tragaluzpanama.com/05/actualida/feria/P1.htm
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HOY, Domingo 20 de Mayo, es tu última oportunidad para disfrutar la Feria. ¿Qué estás esperando? Hay publicaciones de toda clase, muchas a un precio excelente.

Y una vez entres a la feria, alza la vista y busca la G gigante de Editora Géminis, en donde te estaré esperando. Anoche antes de las siete ya se nos había agotado la remesa de Mirada Siniestra y poco después ocurrió lo mismo con La Niebla. A todos aquellos que no pudieron comprar su ejemplar, hoy estaré todo el día en el stand de Géminis con una mayor cantidad para que todos puedan llevarse el suyo.

Recuerden: Quedan pocos ejemplares de la primera edición de Mirada Siniestra, y es probable que la feria sea tu última oportunidad de adquirirla ...


¿La Vida Imita El Arte?

Esta semana recibí un e-mail de Sabrina Saavedra. En serio.

No, no se me han evaporado las últimas gotas de salud mental que me quedan. Resulta que desde Palma de Mallorca me escribió una chica argentina que comparte nombre y apellido con nuestra investigadora favorita y, al descubrir la existencia de su tocaya literaria me contactó con curiosidad sobre la novela. Se imaginarán mi sorpresa cuando en mi buzón de entrada me encuentro un mensaje que empieza con "Mi nombre es Sabrina Saavedra...".

Quiero enviarle un caluroso saludo a mi nueva amiga Sabrina. Espero que continúes frecuentando RFJ Planet, y te informo que desde ahora eres miembro honoraria de Baker Street Security.

Mientras tanto, yo nada más espero no encontrarme con ninguna Karina Arias en un callejón oscuro...

De La Pila de Libros ...

Hubo una época en la cual Fox Mulder era tan cool como Jack Bauer. Yo la recuerdo nostálgicamente. Francisca Solar también. Se nota en las páginas de La Séptima M, su primera novela, en la cual resucita la paranoia a las conspiraciones y las respuestas extremas que caracterizó gran parte de la ficción de los noventa.

Esta es la historia de Sophie Deutiers, una tanatóloga con una peculiar dependencia del medicamento xanazina y una inquisitiva mente abierta que, junto su amigo paparazzi Cal Andrade y el inspector Marco “Matasantos” Feliciano se trasladan a una remota población de Chile llamada Puerto Fake a investigar unos misteriosos suicidios que se han suscitado entre sus residentes. Develar el enigma los hará cuestionar sus propias creencias y el grado de maldad del cual el ser humano es capaz.

Aunque fanfiction es un término popularizado en Internet, el concepto no es nuevo y postulo que es la semilla de todo escritor, incluyéndome pues varios años atrás escribí más de cien fanfactions de Batman, sólo que en aquel entonces no había Internet donde publicarlas. Francisca Solar se dio a conocer cuando, al sentirse decepcionada por uno de los libros de Harry Potter, publicó en línea El Ocaso de los Altos Elfos, historia que desde entonces ha tenido decenas de miles de lectores.

No había oído nada de la obra cuando la encontré en una librería local, pero al enterarme de que su autora no sólo compartía conmigo gustos similares sino que contaba con veintitrés años—la misma edad que yo tenía cuando Mirada Siniestra fue publicada—fue motivación suficiente para adquirirla. Y fue buena decisión; Francisca nos entrega una novela interesante que se suma al esfuerzo de otros autores por abrirle nuevas puertas a la literatura latinoamericana, y promete ser el abreboca de una rica producción futura.

El Candidato Indiscreto: Episodio XII

Mis ojos requieren de un puñado de segundos para adaptarse a la oscuridad. Estoy en la oficina de Virgilio, el propietario del club nocturno Babylonia y uno de mis candidatos principales para el chantajista de Oliver Coronado. Me infiltré con la intención de registrarla a mis anchas. No supuse que él aún estaría en ella. Pero a medida que proceso mejor la poca luz que se cuela a la oficina, me percato de que ese no será mayor problema. Virgilio está totalmente fuera de sí en la silla detrás de su pupitre, y en la superficie de éste veo la causa: Una botella de Bacardi vacía.

No cuento con la libertad deseada para revisar los cajones y la credenza y fotografiar hasta el más mínimo documento, pero eso no implica que la noche es una completa pérdida. Haciendo menos ruido que mi gato llego al lado de Virgilio—quien ronca como un hipopótamo asmático—y alcanzo su teléfono. Menos mal que tengo bastante experiencia, pues no hay oportunidad de encender mi flashlight mientras destapo el auricular e inserto el micrófono que me permitirá grabar todas sus llamadas.

Devuelvo el teléfono a su sitio e inspecciono el área con la mirada hasta localizar la impresora. ¿Quién sabe si ahí se tiraron las primeras fotos de Oliver con las strippers? Prácticamente en puntillas rodeo su silla para llegar al mueble de la PC—y en eso, en medio de su sueño, Virgilio se reacomoda, mueve la silla, y al hacerlo me atrapa entre el respaldar y la pared. ¡Ni siquiera puedo respirar! Sentirá cualquier movimiento en falso, y no tengo idea de qué tan ligero sea su sueño. Dudo que al pillarme aquí intuya que en realidad soy una detective contratada para exponerlo. Lo que me preocupa es que si me encuentra a esta hora en su oficina, concluya que he venido a seducirlo, tal y como él desea.

Espero minutos que se sienten como una eternidad, pero en vista de que mis circunstancias no tienen pinta de cambiar, decido jugármelas y con las yemas de los dedos muevo el respaldar, apenas lo suficiente como para pasar. Virgilio deja de roncar. Yo dejo de respirar. Diez pretextos distintos surcan mi mente. O, en el peor de los casos, puedo simplemente golpearlo y aturdirlo antes de que me vea. Pensará que era un ladrón. Instantes después, como el escape de un bus de ruta, los ronquidos de Virgilio reinician y yo, reprimiendo un suspiro de alivio, retorno a la tarea que me interesa. Abro la cubierta de la impresora Hewlett-Packard y extraigo su cabeza. Mañana Virgilio tendrá a muchas personas que culpar por su desaparición.

Vuelvo a dar la vuelta alrededor del escritorio y avanzo hacia la salida. No hay nada más que pueda lograr hoy. Ya mi mano está en la perilla cuando oigo un golpe seco sobre la madera del pupitre. Volteo y noto que, aún dormido, el brazo de Virgilio ha caído involuntariamente sobre el escritorio. Pero eso no es lo peor. El problema es que al hacerlo ha empujado la botella de Bacardi, que ahora va rodando inclementemente hacia el borde, del cual se desplomará haciendo un estrépito que sin duda lo despertará.

Recurriendo a las pocas energías que me quedan, abro la puerta, la cierro a mis espaldas y emprendo la carrera hacia las escaleras a toda velocidad. El ruido del cristal al romperse llega a mis oídos cuando ya me faltan sólo dos peldaños, que dejo atrás con un brinco que me lleva directo a la salida. Oigo a Virgilio recitar obscenidades, pero su voz proviene del interior de la oficina. Tengo tiempo de sobra.

Estoy a punto de abrir la puerta que conduce al estacionamiento cuando algo me hace vacilar: Un automóvil verde está detenido detrás de mi carro, sus luces altas están enfocadas en la parte trasera de mi Honda. No sé si es la paranoia que mi profesión inculca, pero lo primero que pienso es que su tripulante—o tripulantes—está anotando mi número de placa. Es un Renault, pero el ángulo en que se encuentra no me permite tomar su placa. Unos segundos después el misterioso vehículo se aparta del mío y continúa su camino. Aguardo hasta estar segura de que se ha marchado para salir y cruzar a prisa hacia mi carro. ¡Qué noche!

¿Será que la cazadora también está siendo cazada?

CONTINUARÁ...

EPISODIOS ANTERIORES
Episodio I:
http://rfjplanet.blogspot.com/2006/10/el-candidato-indiscreto-episodio-i.html
Episodio II: http://rfjplanet.blogspot.com/2006/10/el-candidato-indiscreto-episodio-ii.html
Episodio III: http://rfjplanet.blogspot.com/2006/11/el-candidato-indiscreto-episodio-iii.html
Episodio IV: http://rfjplanet.blogspot.com/2006/12/el-candidato-indiscreto-episodio-iv.html
Episodio V: http://rfjplanet.blogspot.com/2007/01/el-candidato-indiscreto-episodio-v.html
Episodio VI: http://rfjplanet.blogspot.com/2007/01/el-candidato-indiscreto-episodio-vi.html
Episodio VII: http://rfjplanet.blogspot.com/2007/01/el-candidato-indiscreto-episodio-vii.html
Episodio VIII: http://rfjplanet.blogspot.com/2007/02/el-candidato-indiscreto-episodio-viii.html
Episodio IX: http://rfjplanet.blogspot.com/2007/03/el-candidato-indiscreto-episodio-ix.html
Episodio X: http://rfjplanet.blogspot.com/2007/04/el-candidato-indiscreto-episodio-x.html
Episodio XI: http://rfjplanet.blogspot.com/2007/04/el-candidato-indiscreto-episodio-xi.html