"Imagination is the one weapon in the war against reality."

Jules De Gaultier



lunes, 31 de diciembre de 2012

“Mi Lista de Promesas a Olvidar”

“…Hay que empezar despacio a deshacer el mundo…”
Héroes del Silencio


La redacción de estas líneas marcan un funesto aniversario: Llevo siete meses y dieciséis días sin escribir.  Y semejante confesión prácticamente exige que la acompañe la siguiente banda sonora:


Si nos ponemos literales, sí he escrito en la última temporada: Algunas reseñas, el primer borrador de un ensayo (non-fiction) que verá la luz en una fecha incierta del 2013, el primer outline de un futuro proyecto narrativo, un puñado de memoriales estimulantes y cientos de e-mails laborales.

Pero para mí nada de eso cuenta hasta que encuentre el sendero a la novela de mis tormentos, a la cual actualmente me refiero como EPC.  La última vez que completé una escena en ella fue el 14 de Mayo de 2012.  El texto cuenta con 467 páginas y al ojo estimo que le faltan como 200 más para completar la primera versión.  Pero EPC se ha convertido en un monstruo mitológico emparentado con La Novela—así, en mayúsculas—que intimidaba al personaje Pig de Xavier Velasco en  Diablo Guardián.

“…I could kick this bad world's ass if I could just get on my feet…” Jon Bon Jovi, Bang a Drum

Así como el vértice emocional de The Dark Knight Trilogy de Christopher Nolan lo conformaban la pregunta “¿Por qué nos caemos?” y la respuesta “Para aprender a levantarnos” (lección que me consta íntimamente), mi actividad favorita—que antaño era tan imprescindible como desayunar o respirar—se ha visto inesperadamente infectada de una interrogante existencial de similar envergadura: “¿Por qué escribimos ficción?”