
Sentí la
misma aprehensión del 2012 ante la responsabilidad de juzgar las obras de
desconocidos pero a la vez el mismo entusiasmo de devolver la gentileza del
Círculo de Lectura de la USMA al aportar críticas constructivas a nuevos autores. En esta ocasión el período de evaluar las
obras fue mucho más corto y tuve que abreviar mi proceso, pero afortunadamente
Semana Santa me proporcionó la oportunidad de retirarme por dos días y
sumergirme en los trabajos concursantes.
Como los
ganadores fueron escogidos el 2 de Abril y a estas alturas ya los ganadores
deben haber sido notificados, se me ocurrió compartir con ustedes mi fallo—que
esta vez por motivos laborales remití por escrito—en aras de que le dé luces a
quienes en el futuro aspiren a participar en un concurso literario.
No existe
una “escuela de jurados”, y no tengo la menor idea si así es como deliberan
todos. Ésta es sólo una ventana a cómo
yo lo he hecho…
Panamá, 31 de Marzo de 2013
Licenciado
Antonio Sanmartín
Director Técnico
Instituto Panameño de
Estudios Laborales
Ministerio de Trabajo y
Desarrollo Laboral
Estimado Antonio:
Parece increíble que ha
transcurrido un año desde la última vez que nos vimos, y en vista de que en
esta ocasión se me imposibilita acompañarlos personalmente en la deliberación
del martes 2 de Abril te remito por escrito mis opiniones sobre las obras
concursantes, no sin antes agradecerte la gentil deferencia de seleccionarme nuevamente
como jurado del Premio Nacho Valdés.
Tomando las bases como
guía, en primer lugar realicé dos ejercicios discriminatorios.
Las obras concursantes
debían tener un mínimo de veinte (20) páginas, escritas a computadora, a doble
espacio usando letra tipo Times New Roman.
El incumplimiento de esta norma descartó a los siguientes trabajos:
DESCALIFICADOS POR NO CUMPLIR CON LAS
BASES
|
|
Título
|
Seudónimo
|
Mi Futuro
|
Rosa Blanca
|
Juventud, Empleo y
Desarrollo
|
LEG
|
El Mango Chupao
|
Marinero
|
El Interminable Viaje de Tomás
|
Jazmín
|
El Hombre que hablaba con los Pájaros y
otros Cuentos
|
Alberto Stallone
|
Esperanza
|
El Apurado
|
El siguiente requisito sine qua non era abordar el tema
“Juventud, Empleo y Desarrollo”. Listo a
continuación los concursantes que omitieron dicho factor.
DESCALIFICADOS POR NO AJUSTARSE AL TEMA
|
|
Título
|
Seudónimo
|
El Libro Marrón
|
Anastacia
|
Palomeros
|
Pavel
|
Cuentos de la Comarca
|
Guasanba-Guaymi
|
La Oportunidad de los Secretos Bien
Guardados
|
Ojo de Águila
|
Dos Historias de
Reflexión
|
Davinshi
|
La Pócima de la Juventud
|
Hatshepsut
|
Cuentos para
Reflexionar
|
Kiki
|
Baracutey
|
Tíscaro
|
Trabajo de Hombre
|
Atman
|
Como vive mi Pueblo
|
El Testigo
|
Hago la aclaración de
que estas decisiones nada tienen que ver con el fondo de los proyectos aludidos
y exhorto a sus autores a continuar persiguiendo sus aspiraciones literarias en
otros concursos de tema libre. El oficio
de escribir requiere tanta disciplina como imaginación; obviar instrucciones
básicas como tipo de letra o extensión son una señal de que su acercamiento
requiere mayor dedicación.
También estimo oportuno
resaltar que entre los veintinueve participantes me encontré con autores cuyo
talento narrativo latente es evidente.
Recuerdo, por ejemplo, al que bajo el seudónimo “Davinshi” exhibió una habilidad
nata para desarrollar diálogos verosímiles y pintorescos. A todos ellos los aliento a seguir
practicando diariamente y les garantizo que no resultar premiados no es motivo
para desalentarse.
Tras manifestar lo
anterior no hacen falta más rodeos, y paso a abordar las obras que recomiendo
como ganadoras del Premio Nacho Valdés 2013.
Primer Premio
Título de la Obra: “Tres
Historias: Un Camino”
Seudónimo: Una Nueva Estrella
La obra, compuesta por
tres cuentos titulados “La Maestra Rosa”, “Martina” y “Clara” en honor a sus
protagonistas, se ajusta a las bases del certamen en cuanto a formato,
extensión y tema.
La decisión entre el
primer y el segundo lugar no fue tan fácil, pero opté por este triunvirato debido a la calidez emocional y verosimilitud
con la cual homologa a tres mujeres panameñas—una de ellas apenas una niña,
víctima de maltratos atroces—a través de su determinación por sobreponerse a
las vicisitudes de su juventud y salir adelante por medio del estudio y del
trabajo arduo y honrado para alcanzar una vida decorosa. Son historias cotidianas que se armonizan en
una oda a muchas heroínas anónimas de nuestra sociedad.
El tercer cuento es el
más independiente y quizás con deliberación alimenta la expectativa de cómo se
cumplirá la promesa del nombre de la trilogía y se enlazarán las tres
anécdotas. Especulé a medida que
avanzaba en sus páginas, por ejemplo, que Juancito (el descarrilado hermano
menor de Rosa) se reivindicaría de alguna forma al toparse con Clara, pero esa
opción habría desentonado pues ésta es una obra eminentemente feminista.
Recomiendo que la obra
sea revisada por un corrector de pruebas antes de su publicación, y conversar
con el autor/a sobre su inusual elección de símbolos distintivos para los
diálogos. Si lo último es una decisión
estética no tengo objeción, pues personalmente infrinjo la norma formal en mis
propias publicaciones.
Segundo Premio
Título de la Obra: “El Joven
Luchador”
Seudónimo: Tintín
La historia de Anastacio
también se ajusta a las bases del certamen en cuanto a formato, extensión y
tema y tiene en común con el primer lugar la cualidad de parecer calcada de la
cotidianidad más humilde de nuestra realidad.
Coincide con la obra
anterior en su reclamo implícito hacia el padre irresponsable y en su homenaje
a la madre soltera, y reconocemos en sus páginas arquetipos panameños en los
rasgos de personajes como el Tío Alcachero, Tógoro e incluso Potralinda, quien
de una forma menos positiva pero ásperamente realista también se desarrolla a
través del trabajo como administradora de La Guaricha.
Estos personajes hacen
un buen contraste con la rectitud moral del héroe de la historia, cuya
característica más floja es una débil profecía sobre ser el elegido de su
pueblo, que afortunadamente es irrelevante a la trama y no desmejora el
espíritu del relato.
Igualmente recomiendo la
intervención de un corrector de pruebas antes de la publicación, y le sugiero
al autor/a reconsiderar las peripecias que Anastacio vive con Zumi. Aparentemente son un puente narrativo que se
extiende demasiado sin aportar elementos de valor al relato, prolongadas quizás
para cumplir con el mínimo de páginas requeridas en el certamen.
Tercer Premio
Desafortunadamente
ninguna de las otras obras goza de la calidad literaria adecuada para ocupar
esta posición pese a que varias cuentan con el contenido apropiado, así que
tras evaluarlo pausadamente he decidido declarar el tercer premio desierto.
Concluyo con una
acotación personal. Siendo el entorno
laboral panameño eminentemente comercial, podría comentarse cínicamente que un
certamen artístico propiciado por el Ministerio de Trabajo es prácticamente un
oxímoron. Deberíamos todos hacer una
pausa y preguntarnos cómo podemos crear un ambiente propicio para que estos
artistas incipientes que han plasmado sus inquietudes sobre el futuro laboral
mañana nuestra sociedad no los convenza de que incorporarse y surgir como
empleados o empresarios implica abandonar su afición por el arte, lo cual sería
un triste escenario de “suma cero” para el Panamá del Siglo XXI.
Atentamente,
Ramón Francisco Jurado
Cédula 8-764-1575
Y entonces,
¿cuál fue el ganador? ¡Ninguno de mis
elegidos! En parte es por eso que me
siento cómodo publicando el fallo.
Lamenté no poder reunirme con los otros jurados pues habría sido un
intercambio muy divertido, pero tuve oportunidad de leer la decisión oficial
posteriormente y por mayoría escogieron tres obras que yo descarté.
Ésta es
otra lección importante para escritores: La mente de cada lector es un mundo, y
sus apreciaciones subjetivas son tan variadas como sus preferencias en la
cama. Ese es otro motivo importante para
no claudicar en el enfrentamiento con la página en blanco… ¡Si tú realmente
crees en tu historia, alguien allá afuera creerá en ella también! Así que manos al teclado…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario